Consiste en la administración mediante Resonancia Magnética de dosis precisas de ondas sonoras al tejido prostático enfermo, evitando el daño del tejido nervioso sano que rodea la próstata.

La Sociedad Radiológica de América del Norte ha confirmado una nueva técnica que elimina el cáncer de próstata y que tiene efectos secundarios mínimos. Es la conocida como TULSA o ablación transuretral por ultrasonido guiada por Resonancia Magnética.

El tratamiento, que también podría utilizarse para la Hiperplasia Benigna de Próstata, consiste en la administración de dosis precisas de ondas sonoras al tejido prostático enfermo. De esta manera, se evita que se dañe el sano que rodea la próstata.

El procedimiento es el siguiente: se introduce en la uretra un dispositivo en forma de varilla con 10 elementos generadores de ultrasonido. Estos son controlados por un software que ajusta la forma, dirección y fuerza del haz de ultrasonido terapéutico. Todo esto se realiza en un escáner de resonancia magnética para que los médicos controlen el proceso.

El estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California. En él, estos han presentado los resultados de la utilización de TULSA durante un año en 115 pacientes de 65 años con cáncer de próstata concentrado en glándulas de riesgo bajo o intermedio. El tratamiento se administró a toda la glándula.

En un año, el volumen de la próstata de los hombres pasó de 39 centímetros cúbicos a 3,8. El tumor significativo se eliminó en el 80% de los pacientes. De ellos, el 65% no tenía evidencia de cáncer en la biopsia tras un año.

Asimismo, sus niveles de antígeno prostático específico (marcador de cáncer de próstata) en sangre se redujeron en un 95%, y casi no se apreciaron tasas de toxicidad severa ni complicaciones intestinales con el tratamiento.

La novedad de este tratamiento radica en dos factores: transmite la energía a través de un traductor intrauretral (no trasrectal) lo que permite administrarla desde el interior de la próstata y no desde el exterior a través del recto; y en segundo lugar es un tratamiento guiado/controlado en ‘real time’ por una Resonancia magnética”, explica el doctor Sergio Alonso y Gregorio

En definitiva, una de las claves de TULSA está en su inocuidad. Es mínimamente agresivo y cuenta con un control aparentemente muy fiable, lo que en teoría debe ofrecer beneficios en la eficacia del tratamiento y evita efectos secundarios como la disfunción eréctil o la incontinencia.

«El futuro, tal y como comentan los investigadores del estudio, pasa por aplicar esta técnica en la terapia focal. La terapia focal implica administrar de forma selectiva una fuente de energía a un área concreta de la próstata, eliminando el tumor sin efectos secundarios. Actualmente, realizamos tratamientos de terapia focal mediante ultrasonidos, crioterapia ( aplicación de frío) o electroporación con excelentes resultados en términos de conservación de la función eréctil, y esta técnica podría suponer un avance en este campo«, concluye el doctor.