Cáncer Suprarrenal

¿Qué es el cáncer suprarrenal?

Las glándulas suprarrenales son aquellas que se encuentran encima de los riñones. La mayoría de tumores de esta zona se denominan adenomas, que normalmente son benignos y no causan problemas.

Estas glándulas están compuestas de dos partes: la corteza y la médula. Su principal función es la producción de determinadas hormonas. Por ejemplo, las que ayudan al cuerpo a enfrentarse al estrés, controlan la presión arterial, intervienen en el desarrollo de los órganos sexuales y controlan la pubertad.

Causas

No existe ninguna causa concreta para la aparición del cáncer de las glándulas suprarrenales. La edad es, seguramente, el factor de riesgo más importante. La gran parte de los casos se observan en adultos de entre 40 y 50 años, aunque también es común entre niños menores de 5.

Síntomas

Los síntomas del cáncer suprarrenal pueden ser desde cambios hormonales bruscos a afectación de otros órganos cercanos a las glándulas cuando el tumor es grande. El tumor en esta zona provoca que se elabore mucha cantidad de cortisol, aldosterona, testosterona y estrógeno.

Demasiado cortisol puede causar:

  • Aumento de grasa en todo el cuerpo.
  • Crecimiento adicional de vello en la cara, espalda y brazos.
  • Rojez en la cara e hinchazón.
  • Profundización de la voz o hinchazón de los órganos sexuales y las mamas tanto en hombres como en mujeres.
  • Debilidad muscular.
  • Presión arterial alta.

Mucha aldosterona puede causar:

  • Alta presión arterial.
  • Debilidad muscular y calambres.
  • Micción frecuente.
  • Sensación de sed.

Testosterona excesiva en mujeres provoca:

  • Crecimiento de vello en la cara, espalda y brazos.
  • Acné.
  • Calvicie.
  • Profundización de la voz.
  • Ausencia de períodos menstruales.

Demasiado estrógeno en mujeres causa:

  • Irregularidad menstrual.
  • Sangrado vaginal.
  • Aumento de peso.

Estrógeno excesivo en hombres puede producir:

  • Crecimiento de mamas.
  • Menor impulso sexual.
  • Impotencia.

Es importante repetir que, normalmente, estos síntomas suelen estar relacionados con infecciones o tumores benignos, y que el cáncer de glándulas suprarrenales es poco común.

La cirugía para extraerla se utiliza, normalmente, para tratar el carcinoma de corteza suprarrenal. En ocasiones, la intervención quirúrgica se utiliza para extirpar los ganglios linfáticos cercanos y otros tejidos de la zona.

Diagnóstico

El cáncer de glándula suprarrenal puede diagnosticarse a través de análisis de sangre y orina para averiguar si existen niveles anormales de hormonas producidas por ella.

En el caso de que existan dudas, el doctor siempre puede pedir que el paciente se realice una resonancia magnética para detectar posibles presencias sospechosas.

Tratamiento

El tratamiento varía en función de la etapa o estadio en el que se encuentre el tumor.

  • Estadio I. Mide menos de cinco centímetros y no existe invasión fuera de las glándulas suprarrenales. El tratamiento idóneo es la extirpación quirúrgica completa del tumor.

 

  • Estadio II. El tumor mide más de cinco centímetros, aunque no ha invadido la zona exterior de las glándulas suprarrenales ni se observa metástasis en ganglios linfáticos regionales. La cirugía para la extirpación completa sigue siendo el mejor tratamiento.

 

  • Estadio III. El tumor puede llegar a invadir los órganos adyacentes (riñón, diafragma, páncreas, bazo o hígado) y se percibe metástasis en los ganglios linfáticos regionales. Se opta por la intervención quirúrgica con disección de los ganglios linfáticos regionales. Tras la operación, el paciente sería sometido a radioterapia y fármacos.

 

  • Estadio IV. El tumor invade los órganos adyacentes y existe metástasis a distancia. En este caso, el paciente se someterá a quimioterapia, fármacos y se podría intentar extirpar determinadas zonas de metástasis localizadas, sobre todo aquellas que son funcionales.

Prevención

No existe ninguna forma específica de prevenir el cáncer de las glándulas suprarrenales. El factor de riesgo más evidente podría ser la edad. La rareza del tumor reside en que se suele diagnosticar en adultos entre 40 y 50 años, y en niños menores de 5.

Llevar el estilo de vida más saludable posible es lo más recomendable.