Disfunción Eréctil

¿Qué es la disfunción eréctil?

También conocida como impotencia sexual, la disfunción eréctil es la incapacidad constante de conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria.

Causas

La disfunción eréctil no es una enfermedad, sino un síntoma de alteraciones de vasos sanguíneos y nervios responsables de la erección. Las enfermedades cardiovasculares son una causa de peso de la disfunción eréctil. Asimismo, el tabaco, la diabetes, la hipertensión, la obesidad o factores psicológicos como la ansiedad o la depresión también influyen en ella.

Descartadas las causas psicológicas, se debe realizar una valoración del paciente para incluir posibles ingestas de fármacos, alcohol, tabaquismo, diabetes o hipertensión, así como una exploración genital para comprobar si existen bandas fibrosas y un estudio sobre posibles enfermedades vasculares, hormonales o neurológicas.

Síntomas

La propia disfunción eréctil es un síntoma de determinadas alteraciones de los vasos sanguíneos y los nervios responsables de la erección. Se pueden experimentar:

  • Problemas persistentes para tener una erección.
  • Problemas persistentes para mantener una erección.
  • Disminución considerable del deseo sexual.

Diagnóstico

Entre los pacientes más jóvenes es posible que sean necesarias pruebas más complejas además del examen físico, como una medición-monitorización del pene durante la noche o una ecografía Doppler, que analiza el flujo de sangre que pasa a través de las arterias y venas, su cantidad, velocidad y consistencia.

Tratamiento

En pacientes menores de 40 años es normal que la causa de la disfunción eréctil sea psicológica. En cualquier caso, la cirugía debe ser la última opción.

En primer lugar, es necesario eliminar los factores de riesgo, como el tabaquismo, la ingesta excesiva de alcohol, el sedentarismo o el consumo de drogas.

Es posible que, durante la exploración y los análisis pertinentes, se encuentren pocos niveles de testosterona en la sangre del paciente, que también provoca la aparición de la disfunción eréctil. Un tratamiento para aumentar la cantidad de esta hormona puede hacer que desaparezca, aunque no será 100% eficaz si la verdadera causa es de origen vascular.

Si los tratamientos farmacológicos y psicológicos no funcionan, posiblemente sea necesario recurrir a la cirugía. Las más comunes son:

  • Implante de prótesis. Ayudan de manera muy eficiente a tener una erección. Pueden ser inflables, que alargan y ensanchan el pene mediante una bomba en el escroto, o maleables, varillas que permiten ajustar manualmente la posición del pene.
  • Reconstrucción arterial. La cirugía para reparar las arterias puede eliminar la disfunción eréctil provocada por bloqueos que interrumpen el flujo de sangre al pene.

Prevención

El consumo de tabaco está relacionado con enfermedades del corazón y vasos sanguíneos, por lo que también lo está con la disfunción eréctil. Por ello, no se debe fumar y si el paciente ya lo hace, es recomendable que lo deje.

Por otro lado, la alimentación es muy importante. Hay que evitar comidas altas en grasas saturadas y sodio, así como el consumo excesivo de alcohol. Esto influirá en otro factor que puede provocar disfunción eréctil, que es mantener un peso saludable para prevenir posibles diabetes y niveles de presión alta.