La Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) es la enfermedad prostática más frecuente. Está presente en más de la mitad de varones de 60 años y en el 80% de los ancianos. Nada tiene que ver con el cáncer de próstata, aunque ambas enfermedades pueden coexistir en un mismo paciente.
Se puede hacer más evidente con el envejecimiento. Consiste en el crecimiento de una parte de la próstata, concretamente la que permite el paso de la orina desde la vejiga al exterior. Debido a este aumento de tamaño, se estrecha el conducto urinario, por lo que la micción se complica.
La próstata comienza a crecer de manera gradual en todos los hombres a partir de los 30 años. Un aumento considerable puede derivar en la Hiperplasia Benigna de Próstata. Aunque no existe una razón específica para su aparición, sí que se pueden destacar varios factores de riesgo:
- Envejecimiento. Es poco usual que el agrandamiento de la glándula prostática provoque signos en hombres menores de 40 años. La enorme mayoría comienza a experimentar síntomas de moderados a intensos a partir de los 60.
- Antecedentes familiares. Si un padre o un hermano ha tenido problemas de próstata es más probable que también los tenga el paciente.
- Diabetes y enfermedades cardíacas.
- Hábitos. El sedentarismo y su posible consecuente aumento considerable de peso aumenta el riesgo de aparición de la enfermedad, así como fumar.
El abanico de síntomas abarca desde obstructivos, como son el chorro miccional flojo, sensación de vaciado incompleto, goteo postmiccional, aumento de la frecuencia miccional durante el día y durante las horas de sueño, hasta otros síntomas como son la urgencia por orinar e incluso la incontinencia urinaria.
Estos síntomas empeoran a medida que la glándula crece. Aun siendo una patología benigna, puede derivar en complicaciones médicas como retención aguda de orina, sondaje vesical, sangrados prostáticos, litiasis vesical (presencia de piedras) o insuficiencia renal.
En primer lugar, el doctor hace preguntas sobre los hábitos del paciente, antecedentes, etc. Posteriormente, realizará una exploración física y puede pedir varias pruebas:
- Tacto rectal. Inserta un dedo en el recto para detectar el agrandamiento de la próstata.
- Análisis de orina. Para descartar infecciones con síntomas similares a la Hiperplasia Benigna de Próstata.
- Análisis de sangre. Para detectar un posible problema renal.
- Análisis de sangre para el antígeno prostático específico. Se trata de una sustancia que produce la próstata. Si sus niveles son muy altos puede indicar un caso de agrandamiento. No obstante, la cantidad puede deberse también a infecciones recientes o cirugías.
En casos más complejos, el doctor puede demandar una ecografía transrectal, una biopsia o incluso estudios urodinámicos.
Se estima que un tercio de los pacientes que sufren HBP terminan requiriendo tratamiento quirúrgico, bien por mala respuesta al tratamiento farmacológico o bien por complicaciones de la propia enfermedad.
El tratamiento quirúrgico clásico era la adenomectomía abierta, que consiste en abrir el abdomen para extraer el tumor benigno por completo. Esta es una técnica tremendamente agresiva, sobre todo para personas mayores. Por ello, ya se apuesta prácticamente por completo por métodos mínimamente invasivos.
La técnica quirúrgica más adecuada depende del tamaño de la próstata y de las características de cada paciente.
- El láser de Holmio está especialmente indicado en próstatas de gran tamaño. Su principal ventaja es la ausencia de incisiones, mínimo riesgo de sangrado y alta rápida sin sonda vesical.
- La fotovaporización con láser verde es idónea en próstatas de pequeño tamaño y ofrece ventajas idénticas al láser de Holmio. Se trata de un tratamiento mínimamente invasivo. Consiste en evaporar el tejido que obstruye el conducto urinario a través de láser. Una vez intervenido, el paciente está menos de 24 horas en el hospital y puede reanudar sus actividades rutinarias en 2 o 3 días. Es considerada uno de los avances más importantes que se ha realizado en los últimos 25 años en el tratamiento quirúrgico de la Hiperplasia Benigna de Próstata.
- La enucleación por laparoscopia constituye una alternativa excelente al láser de Holmio.
El objetivo principal de la operación de la HBP es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
No existe ninguna forma determinada para prevenir la enfermedad. Lo ideal es reducir los factores de riesgo al mínimo, es decir, no fumar, hacer deporte, evitar el sedentarismo…