Al contrario de lo que muchos piensan, la disfunción eréctil es un problema muy normal entre los hombres.
De hecho, muchos pacientes acuden a la consulta simplemente con el objetivo de mejorar su erección, sin necesidad de esperar a que se establezca una disfunción eréctil más permanente.
Entre sus principales causas, están las psicológicas, las enfermedades cardiovasculares o factores de riesgo como el tabaco o el alcohol.